Caso práctico del hogar de ancianos Belmont Manor

Desde la pandemia, los hogares de ancianos y los centros de vivienda asistida se han visto muy afectados por los casos de COVID-19 y han cerrado sus puertas a las visitas. Durante casi un año, las familias de todo el país se vieron obligadas a ver a sus seres queridos por vídeo o a través de una ventana, ya que estos centros cerraron para evitar la propagación del virus. Los directores de los centros de vivienda asistida se vieron obligados a revisar sus estrategias operativas e implementar nuevas medidas preventivas. Estas instalaciones han implementado más protocolos de pruebas y de protección personal y han cambiado las prácticas clínicas para proteger a los residentes de contraer el coronavirus. Para los centros de salud, los controles portátiles de purificación del aire son vitales para mejorar la calidad del aire interior y reducir la transmisión viral. Sanalife ha estado trabajando en estrecha colaboración con centros médicos y de vivienda asistida de todo el país, proporcionándoles la protección de purificación del aire que tanto necesitan. Belmont Manor, uno de los principales centros de vivienda asistida de Massachusetts, se puso en contacto con Sanalife para evaluar la purificación del aire. Stewart Karger, administrador de Belmont Manor, consideró que los residentes necesitaban filtros de aire portátiles para aumentar el flujo de aire y garantizar la seguridad continua de los pacientes y el personal.