Es necesario dar prioridad a mantener las escuelas abiertas. Mantener las escuelas cerradas conlleva enormes costos individuales y sociales a largo plazo. Muchos niños no pueden aprender, crecer, participar, socializar, mantenerse activos, comer alimentos saludables u obtener apoyo de manera efectiva hasta que las escuelas vuelvan a abrir sus puertas. Con el cierre de las escuelas, las disparidades se están ampliando entre los grupos raciales y étnicos, entre mujeres y hombres y entre los niveles de ingresos. Muchos padres y cuidadores no pueden volver a trabajar por completo hasta que los niños regresen a la escuela. Los niños corren un riesgo mucho menor de contraer la COVID-19 que los adultos, y cada vez hay más pruebas científicas que demuestran que los niños y los adultos pueden mantenerse seguros en cualquier entorno interior, incluidas las escuelas, si se implementan las medidas de reducción de riesgos adecuadas. Con este telón de fondo, nos propusimos responder a esta pregunta: ¿qué estrategias deberían tener en cuenta las escuelas para reducir el riesgo de transmisión de la COVID-19?
©2024 InTech Energy, Inc. DBA Sanalife. Todos los derechos reservados. Varias marcas comerciales pertenecen a sus respectivos propietarios.